La rubia del banco
Es así, no hay vueltas.
Estoy jubilado y además extasiado con este nuevo mundo de oportunidades .
Ser jubilado te mantiene vivo si sos rebelde porque vivís a las puteadas, peleando con médicos, enfermeras, secretarias...
Peleas en el Pami , peleas en la farmacia, peleas en la despensa , peleas en la tienda....
Y eso, mal que te pese te lleva todos los días a querer cogotear a alguien .
No importa si es un pendejo, una mujer, un tipo.
A vos te vienen ganas de asesinar, transformarte en un talibán , en un hachero desquiciado que , de repente, entra en un frenesí de sangre y quiere cortar cabezas, troncos y extremidades .
Decí que siempre te acompaña alguien para colocarte de nuevo en tu plano de equilibrio.
A mí, por ejemplo, siempre me acompaña mi mujer.
Ella, ante cualquier arrebato me sostiene, me calma , me protege , me ayuda...
O sea que en los últimos tiempos , esto se ha convertido en su labor diaria...
La pobre santa también es jubilada y goza de los mismos placeres que yo, aunque con más benevolencia.
Como buena vasca, es capaz de quedarse parada dos horas ante la ventanilla de cualquier repartición y discutiendo sin calentarse, hasta lograr su cometido .
Todo lo contrario a mi .
Somos el yin y el yan.
Por eso es como Rexona...no me abandona.
Sabe que en solitario , armo quilombo .
Entonces equilibra mi locura con su dosis de paciencia infinita .
Pero, en fin...uno llega a la categoría de anciano , viejo choto, decrépito , viejo boludo , viejo de mierda , o cualquier otra calificación habitual para estos casos y puede también divertirse sin pagar un peso.
El nuevo mundo del jubilado te puede brindar momentos de entretenimiento y diversión incomparables.
Yo por ejemplo , entré hoy al banco a hacer un depósito para pagar unos caños y unas hojas de sierra de calar que había comprado por internet y comencé tironeando la puerta para el lado contrario , por lo que inmediatamente una rubia de raíces negras se apresuró a abrirme con una sonrisa medio falsa en su rostro.
Entré, medio a los tropezones y acompañado por mi ángel guardían que decía:
-! Cuidado, Raúl que te podés caer ¡
Era, claro , toda una pantomima que yo actuaba, un acting , una simulación , para que la rubia teñida tuviera compasión del pobre hombre entrado en su senectud.
La cosa es que mi actuación convenció totalmente a la mina , de que yo era un viejo boludo que necesitaba que urgentemente lo desasnaran en las cuestiones tecnológicas y bancarias.
-Hola , buen dia - le dije con voz temblorosa - necesito hacer un depósito para pagar un encargue que hice a Buenos Aires en Metales Julio que queda en la calle Warnes, pero como yo no puedo viajar porque me pierdo , mandé una carta en la computadora que me enseñó a manejar mi nieta que se llama Emma ( todo esta frase la recité de corrido agregando boludeces varias ) hasta que en un momento la falsa rubia , en tanto golpeaba con la punta del pié contra el piso, me dice :
-No se haga problemas , señor. Dígame una cosa ...¿de cuanto es el depósito ? ( aquí su sonrisa se amplió hasta que se le vio que le faltaban dos muelas)
-Mil ochocientos ...dije sintiéndome Josesito López tirando los bolsos por arriba del alambrado
- La morocha camuflada borró la sonrisa desmuelada en el acto.
-Entonces lo hacemos por acá nomás en el cajero ... ¿ para que va a hacer el trámite por ventanilla por esa plata ? - me dijo en tanto me miraba con cara de asco .
Y acto seguida encaró hasta uno de los cajeros que estaba a medio metro de distancia , diciendo :
-¿Me da su número de documento , por favor ?
-A ver....espere un segundo - dije haciéndome el viejo decrépito- era seis cuatro....no , seis ..tres cuatro..dos..uno ...tres...nueve.
Y la miré con cara triunfal en tanto ella anotaba .
-¿ El número de cuenta al cual va a depositar ?
Le doy el número, lo ingresa al cajero y me dice:
-Metales Julio.
-Sí - le respondo . porque necesito hacer un depósito para pagar un encargue que hice a Buenos Aires en Metales Julio que queda en la calle Warnes, pero como yo no puedo viajar porque me pierdo , mandé una carta en ...
-Sí , sí...está bien . ..eso ya me lo dijo antes - señaló la mina mirándome -ya a esta altura - con cara de orto .
-Bueno, ¿ ahora voy a la caja ? -pregunto como un boludo.
- No señor, - responde mientras aprieta un botón y la máquina expide la papeleta de la operación.- Con esto esto ya terminamos todo...sírvase - y me pone el papelito en la mano ( a la que yo hacía temblar ex profeso ) - ¿ no necesita nada más ?
-No, muchas gracias, señorita ha sido muy amable.
Habrán transcurrido en total , unos seis minutos.
Nada que ver con el tiempo que hubiera demorado si ingresaba al sector de las cajas, hacía la cola, llenaba los formularios , discutía con el cajero y todas esas menudencias.
Tironeé varias veces la puerta en sentido contrario , hasta que la flaca vino y dijo :
-¿ Me permite ? - y abrió la puerta como si fuera la mas inteligente del universo .
Salimos lentamente , a los pocos pasos doblamos a la izquierda, y en una rápida carrera me elevé por el aire e hice sonar los tacos como si fuera el preso de "El expreso de medianoche " que huía de la prisión turca.
No todo es amargura en el fabuloso mundo del jubilado.
Estoy jubilado y además extasiado con este nuevo mundo de oportunidades .
Ser jubilado te mantiene vivo si sos rebelde porque vivís a las puteadas, peleando con médicos, enfermeras, secretarias...
Peleas en el Pami , peleas en la farmacia, peleas en la despensa , peleas en la tienda....
Y eso, mal que te pese te lleva todos los días a querer cogotear a alguien .
No importa si es un pendejo, una mujer, un tipo.
A vos te vienen ganas de asesinar, transformarte en un talibán , en un hachero desquiciado que , de repente, entra en un frenesí de sangre y quiere cortar cabezas, troncos y extremidades .
Decí que siempre te acompaña alguien para colocarte de nuevo en tu plano de equilibrio.
A mí, por ejemplo, siempre me acompaña mi mujer.
Ella, ante cualquier arrebato me sostiene, me calma , me protege , me ayuda...
O sea que en los últimos tiempos , esto se ha convertido en su labor diaria...
La pobre santa también es jubilada y goza de los mismos placeres que yo, aunque con más benevolencia.
Como buena vasca, es capaz de quedarse parada dos horas ante la ventanilla de cualquier repartición y discutiendo sin calentarse, hasta lograr su cometido .
Todo lo contrario a mi .
Somos el yin y el yan.
Por eso es como Rexona...no me abandona.
Sabe que en solitario , armo quilombo .
Entonces equilibra mi locura con su dosis de paciencia infinita .
Pero, en fin...uno llega a la categoría de anciano , viejo choto, decrépito , viejo boludo , viejo de mierda , o cualquier otra calificación habitual para estos casos y puede también divertirse sin pagar un peso.
El nuevo mundo del jubilado te puede brindar momentos de entretenimiento y diversión incomparables.
Yo por ejemplo , entré hoy al banco a hacer un depósito para pagar unos caños y unas hojas de sierra de calar que había comprado por internet y comencé tironeando la puerta para el lado contrario , por lo que inmediatamente una rubia de raíces negras se apresuró a abrirme con una sonrisa medio falsa en su rostro.
Entré, medio a los tropezones y acompañado por mi ángel guardían que decía:
-! Cuidado, Raúl que te podés caer ¡
Era, claro , toda una pantomima que yo actuaba, un acting , una simulación , para que la rubia teñida tuviera compasión del pobre hombre entrado en su senectud.
La cosa es que mi actuación convenció totalmente a la mina , de que yo era un viejo boludo que necesitaba que urgentemente lo desasnaran en las cuestiones tecnológicas y bancarias.
-Hola , buen dia - le dije con voz temblorosa - necesito hacer un depósito para pagar un encargue que hice a Buenos Aires en Metales Julio que queda en la calle Warnes, pero como yo no puedo viajar porque me pierdo , mandé una carta en la computadora que me enseñó a manejar mi nieta que se llama Emma ( todo esta frase la recité de corrido agregando boludeces varias ) hasta que en un momento la falsa rubia , en tanto golpeaba con la punta del pié contra el piso, me dice :
-No se haga problemas , señor. Dígame una cosa ...¿de cuanto es el depósito ? ( aquí su sonrisa se amplió hasta que se le vio que le faltaban dos muelas)
-Mil ochocientos ...dije sintiéndome Josesito López tirando los bolsos por arriba del alambrado
- La morocha camuflada borró la sonrisa desmuelada en el acto.
-Entonces lo hacemos por acá nomás en el cajero ... ¿ para que va a hacer el trámite por ventanilla por esa plata ? - me dijo en tanto me miraba con cara de asco .
Y acto seguida encaró hasta uno de los cajeros que estaba a medio metro de distancia , diciendo :
-¿Me da su número de documento , por favor ?
-A ver....espere un segundo - dije haciéndome el viejo decrépito- era seis cuatro....no , seis ..tres cuatro..dos..uno ...tres...nueve.
Y la miré con cara triunfal en tanto ella anotaba .
-¿ El número de cuenta al cual va a depositar ?
Le doy el número, lo ingresa al cajero y me dice:
-Metales Julio.
-Sí - le respondo . porque necesito hacer un depósito para pagar un encargue que hice a Buenos Aires en Metales Julio que queda en la calle Warnes, pero como yo no puedo viajar porque me pierdo , mandé una carta en ...
-Sí , sí...está bien . ..eso ya me lo dijo antes - señaló la mina mirándome -ya a esta altura - con cara de orto .
-Bueno, ¿ ahora voy a la caja ? -pregunto como un boludo.
- No señor, - responde mientras aprieta un botón y la máquina expide la papeleta de la operación.- Con esto esto ya terminamos todo...sírvase - y me pone el papelito en la mano ( a la que yo hacía temblar ex profeso ) - ¿ no necesita nada más ?
-No, muchas gracias, señorita ha sido muy amable.
Habrán transcurrido en total , unos seis minutos.
Nada que ver con el tiempo que hubiera demorado si ingresaba al sector de las cajas, hacía la cola, llenaba los formularios , discutía con el cajero y todas esas menudencias.
Tironeé varias veces la puerta en sentido contrario , hasta que la flaca vino y dijo :
-¿ Me permite ? - y abrió la puerta como si fuera la mas inteligente del universo .
Salimos lentamente , a los pocos pasos doblamos a la izquierda, y en una rápida carrera me elevé por el aire e hice sonar los tacos como si fuera el preso de "El expreso de medianoche " que huía de la prisión turca.
No todo es amargura en el fabuloso mundo del jubilado.
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