Trabajando en el taller

Levantando una estantería para organizar un poco el taller, me dio un tirón en la espalda y ahí quedé , semi paralítico por un largo rato y luego - a las puteadas - traté de continuar con la tarea.

Se tornó en misión imposible, de manera tal que luego de soportar la reprimenda de mi mujer, los consejos, recomendaciones, advertencias e intentos de hacerme tomar alguna pastilla , hizo que me decidiera a abandonar el intento de prosecución del día laboral.

Me acordé de que estaba jubilado.

Y recordé además que el término jubilación proviene del latin "jubilare", que significa gritar de alegría.

Y yo había gritado, claro, pero no de alegría al sentir que mi cintura me señalaba con certeza, que ya no tenía veinte años.

Mientras caminaba penosamente rumbo a mi sillón, recordé también que la definición latina de jubilare, a su vez, viene del latín rústico o del campo, el cual tenía diversas variaciones dependiendo cuál provincia del Imperio Romano.

Así las cosas jubilare pudo provenir de la manera campesina de llamarse a los gritos en el monte. Pero el término "jubilare", que significa directamente Jubileo, remite a la celebración judía y cristiana del llamado "año santo".

Acá en Entre Ríos existe una ciudad que se llama Jubileo, pero creo que ya no queda ningún santo.

Pero -eso sí - muchos siguen llamándose a los gritos y con mucha alegría.

La cosa es que de inmediato, mi mujer buscó algún remedio que calmara mi dolor de cintura , pero no halló nada, fuera de las pastillas para el colesterol y el hipertiroidismo.

-Poneme alguna pomada - le digo entre quejidos maricones.

-Tengo marrón o negra- me responde - ¿ cual preferís ?

-! Que graciosa...¡ alcanzo a responder mientras un movimiento en falso en el sillón me provoca un espasmo que me recorre la espalda como un rayo cósmico venido de la inmensidad del más remoto rincón de universo , y luego de rebotar en la estratósfera y la troposfera da de lleno en mi cintura quejumbrosa y tiesa como gallo al horno produciendo que no pudiera reprimir un grito a lo Tarzán colgado de la liana.