El bastòn
Ya estoy en edad de adquirir un bastòn o fabricàrmelo yo mismo .
Pensaba consultar a Pallarols para que me diseñara uno ,
similar al que le hizo al gobernador que -por siete dìas -està al frente de Tierra del Fuego y pagò por el mencionado elemento, cerca de quinientos mil pesos, incluìda la banda celeste y blanca que lo muestra como un patriota distinguido.
Esta suma està muy alejada de mi presupuesto de jubilado.
Haciendo càlculos , el dinero que me sobra cada mes, me permitirìa ùnicamente la adquisiciòn de la puntera de goma que se coloca en el extremo inferior , para no irme de cabeza en cuanto comiencen a temblarme las tabas, y una escarapela escolar de 50 pesos.
Mas como soy un viejo de muchos recursos me alcè con un machete 22 adquirido en la Repùblica del Paraguay , con el cual me dirigì prestamente hacia la costa del rìo de los pàjaros ( como decìa Sampayo ) para buscar entre la fronda, alguna vara que sirviera para el fin detallado .
Analicè concienzudamente varios ejemplares arbòreos en la selva en galerìa que corre a la vera del rìo , hasta el mismìsimo puente internacional Artigas que une a Colòn con Paysandù y me decidì finalmente por una vara de unos ciento veinte centìmetros de un ejemplar de guayabo con unas atractivas curvas que harìan juego con mi ya destartalado esqueleto , tambièn con varias curvas adquiridas a lo largo de los años.
Dos buenos machetazos y la vara quedò desprendida del tronco .
Quitè con presteza las pequeñas ramas de este àrbol de hojas perennes y me gustò su grosor , su prestancia y su fortaleza.
" Enderecè pa' las casas " con la vara en ristre, el machete a la cintura y el tranco cansino, hasta que me detuvo un efectivo policial de una patrulla para preguntarme por què carajos iba armado por la ciudad.
- Es que hace unos dìas me afanaron a las siete de la mañana, una garrafa de quince kilos recièn comprada, al que perseguì por dos cuadras mientras el huìa rièndose a carcajadas en una bicicleta azul, cual si fuera el protagonista de una canciòn ,en tanto yo me asemejaba al abuelito de Heidi corriendo destartalado detràs del susodicho -
.-Eso no le da derecho a portar un arma blanca - , dijo uno de los uniformados sin bajarse siquiera de la patrulla.
-Bueno, si querès la pinto de colorado .
-No se haga el gracioso si no quiere que lo llevemos a la comisarìa
-La verdad es que me podrìan llevar y meterme en la misma celda en donde introdujeron al chorro que me afanò la garrafa y que identificaron a la media hora...! Ah, no , perdòn ¡ . No recordaba que està protegido por la justicia porque es un ladròn con còdigos. Cada vez que te afana te brinda una sonrisa de despedida...
.-Señor, vaya a su casa y guarde el machete , por favor. Por esta vez lo perdonamos .
-! Aleluya, hermano ¡, agradezco tu amabilidad para con este pobre anciano. Cuando quieras, pasà por casa que te hago un bastòn para cuando seas un viejo choto como yo y tengas que correr a los cacos cuando te vengan a afanar la garrafa.
Diciendo esto, marchè al tranco largo hacia mi hogar con ganas de azotar algunas cabezas con la vara rectora del buen comportamiento ciudadano.
Arribado a mi hogar, mi esposa me increpò de inmediato y a viva voz .
-Raùl,¿donde te habìas metido ?....! me tenìas preocupada. -!¿ Còmo donde me habìa metido ?¡...me fui a cortar esta vara para hacerme un bastòn .
-¿Para que querès un bastòn, ! por Dios ¡ ?
-¿ Pero no viste que todos los malandras andan luciendo su bastòn de mando ? ! Yo tambièn quiero tener el mìo ¡
-Raùl, dejate de joder con esas boludeces y ponete a trabajar para la temporada que ya la tenemos encima...
-Primero me vas a tener que ungir como presidente de esta sociedad hogareña y me entregaràs el bastòn de mando junto a la banda celeste y blanca, o no tendràs màs el mate en la cama durante las mañanas.-
!- Basta, por favor . No sigas màs con esta historia porque me cansaste ¡
-Està bien - dije, compungido- me marcho hacia el taller para hacer mi bastòn.
Lo terminè ràpidamente quitando la corteza del tallo secundario, que proporciona el soporte para distribuir
las hojas eficientemente de acuerdo con el tipo de árbol y el ambiente.
Vale decir la rama elegida en la espesura de la selva.
Coloquè la puntera de goma en el extremo inferior y una empuñadura confeccionada en alpaca, con un remate de una moneda de cien pesos color dorado de los viejos años de hiperinflaciones .
Quedò presentable para un hombre de personalidad sencilla y nada ostentosa como la mìa .
Agreguè un cordòn grueso de cuero con una longitud adecuada como para transformar el bastòn de mando en un garrote vil y poder rodear el cuello del pròximo malandra que ingrese a mi hogar sin invitaciòn y de esta manera poder apretar poco a poco hasta hacerle saltar los ojos fuera de las òrbitas sin conmiseraciòn.
Que uno sea viejo no significa que sea boludo.
Van a aprender que el agua no se masca.
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