Tiempos modernos
Viene Trump.
Estamos en crisis.
Pero la crisis en el mundo se debe, entre otras cosas, a la inseguridad que las personas tienen en ellas mismas.
Nos han llevado - en una constante manipulación - a comprar, comprar y comprar.
Y una vez que entramos en esa vorágine nuestra necesidad jamás será satisfecha porque esperamos que la satisfacción personal venga de lo comprado, y jamás será así.
Ese impulso descontrolado por comprar es, en el fondo, la causa profunda de la crisis económica que se ha esparcido ya por todo el mundo, alimentada por un sistema financiero insaciable que facilitó recursos para que compraran quienes no tenían con qué.
Esta instancia, alimentada por la desinformación, el bombardeo de estupideces durante las 24 horas a través de la TV , y la educación cada vez más precaria , limitada y mediocre, ha servido para que nos veamos a nosotros mismos en este espejo que es la sociedad actual.
Claro que para entenderlo, hay que pensar, reflexionar, analizar.
Y lamentablemente, cada vez hay menos personas que puedan ejercer estas acciones.
Tratamos de mantenernos a la moda en ropa, calzado, accesorios, tecnología, viajes, comidas, restaurantes, casas, muebles, autos y todo lo imaginable .
A quien le sobre el dinero , puede comprar, usar y desechar, pero quienes vivimos sujetos a una mensualidad jubilatoria , debemos cuidar qué compramos y entender por qué y para qué lo compramos.
La presión social existe, pero cabe preguntar ¿ cuánto nos presiona y cuánto nos dejamos presionar?
Por ejemplo ¿cuál es el problema de que se rían de nuestro celular viejo?
La risa es buena y si no les gusta el celular, pueden bromear a costa de él y criticar el aparato, a su dueño o a ambos.
El problema es de ellos, no del dueño del celular, a menos que éste lo acepte.
Desafortunadamente hoy día uno se refiere a las personas por sus posesiones:
"Es el tipo de la camioneta roja"
"Fulanita usa ropa de marca ".
"¿ Sabés la casa que tiene ese tipo ?".
La personalidad no emana de lo imprescindible, sino de lo prescindible.
Lo primero no se compra en ningún lado; lo segundo en cualquiera, si se tiene los medios para hacerlo.
El vacío personal no lo llena tener mucha ropa de marca , ni autos costosos, ni las joyas exclusivas, ni accesorios de lujo.
Hay que darse cuenta de que la satisfacción de los consumidores insaciables no viene de poseer las cosas, sino de presumirlas ante los demás.
¿ Usa usted todavía su viejo Nokia 1100 ?
¿Sus "amigos" se ríen cuando lo usa?
Ríase con ellos y úselo todo lo que quiera.
¿Le duelen las burlas?, entonces...
! Cambie de amigos, no de celular ¡
Sea inteligente, ! aprenda a vivir en el Fabuloso Mundo del Jubilado ¡
Estamos en crisis.
Pero la crisis en el mundo se debe, entre otras cosas, a la inseguridad que las personas tienen en ellas mismas.
Nos han llevado - en una constante manipulación - a comprar, comprar y comprar.
Y una vez que entramos en esa vorágine nuestra necesidad jamás será satisfecha porque esperamos que la satisfacción personal venga de lo comprado, y jamás será así.
Ese impulso descontrolado por comprar es, en el fondo, la causa profunda de la crisis económica que se ha esparcido ya por todo el mundo, alimentada por un sistema financiero insaciable que facilitó recursos para que compraran quienes no tenían con qué.
Esta instancia, alimentada por la desinformación, el bombardeo de estupideces durante las 24 horas a través de la TV , y la educación cada vez más precaria , limitada y mediocre, ha servido para que nos veamos a nosotros mismos en este espejo que es la sociedad actual.
Claro que para entenderlo, hay que pensar, reflexionar, analizar.
Y lamentablemente, cada vez hay menos personas que puedan ejercer estas acciones.
Tratamos de mantenernos a la moda en ropa, calzado, accesorios, tecnología, viajes, comidas, restaurantes, casas, muebles, autos y todo lo imaginable .
A quien le sobre el dinero , puede comprar, usar y desechar, pero quienes vivimos sujetos a una mensualidad jubilatoria , debemos cuidar qué compramos y entender por qué y para qué lo compramos.
La presión social existe, pero cabe preguntar ¿ cuánto nos presiona y cuánto nos dejamos presionar?
Por ejemplo ¿cuál es el problema de que se rían de nuestro celular viejo?
La risa es buena y si no les gusta el celular, pueden bromear a costa de él y criticar el aparato, a su dueño o a ambos.
El problema es de ellos, no del dueño del celular, a menos que éste lo acepte.
Desafortunadamente hoy día uno se refiere a las personas por sus posesiones:
"Es el tipo de la camioneta roja"
"Fulanita usa ropa de marca ".
"¿ Sabés la casa que tiene ese tipo ?".
La personalidad no emana de lo imprescindible, sino de lo prescindible.
Lo primero no se compra en ningún lado; lo segundo en cualquiera, si se tiene los medios para hacerlo.
El vacío personal no lo llena tener mucha ropa de marca , ni autos costosos, ni las joyas exclusivas, ni accesorios de lujo.
Hay que darse cuenta de que la satisfacción de los consumidores insaciables no viene de poseer las cosas, sino de presumirlas ante los demás.
¿ Usa usted todavía su viejo Nokia 1100 ?
¿Sus "amigos" se ríen cuando lo usa?
Ríase con ellos y úselo todo lo que quiera.
¿Le duelen las burlas?, entonces...
! Cambie de amigos, no de celular ¡
Sea inteligente, ! aprenda a vivir en el Fabuloso Mundo del Jubilado ¡
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