El asado del fin del mundo
El viernes se termina el mundo. Anticipandome a ese nefasto
acontecimiento, planifiqué hacer un asado mañana jueves para morir con
la panza llena y el corazón contento. Me fui a comprar una tira de
costillas, un pedacito de vacío, un riñón, mollejitas, chorizitos,
morcillitas y todo regado con un buen vinito que denote mi falta de
preocupación ante la proximidad del final de mi existencia.
- ¿ cuanto es ? , pregunto al carnicero.
- 600 pesos , responde sin hesitar.
- ! Puta madre ¡ , contesto . - Ni que se viniera el fin del mundo...
- Mire amigo , me dice el carnicero apoyando la punta de la cuchilla en el mostrador , - el mundo para mí , se termina cada día cuando apoyo la cabeza en la almohada y quedo dormido. Y vuelve a recomenzar a las 6 de la mañana siguiente , cuando suena el despertador.
Pago sin inmutarme ( total, el viernes se acaba el mundo ) y marcho hacia la verdulería a comprar algo para la ensalada.
- Dame unas papas, lechuga, tomate, cebolla, una cabeza de ajo y un poco de radicheta (con perdón de Ricardito ), le digo al dependiente.
- Aquí tiene señor, son 450 pesos.
- ¡ CUATROCIENTOS CINCUENTA PESOS...! , respondo a los gritos
- Bueno, señor...como usted sabe , el viernes se termina el mundo y nadie quiere morir pobre...
Pago sin chistar, haciéndome a la idea de que no veré otro sábado. Lástima que el fin del mundo no sea un lunes, para vivir así un feliz domingo...pero en fin, los gurúes del apocalipsis no se fijan en eso y para ellos el domingo es lo mismo que el miércoles.
A propósito ¿ sabían que los el nombre de los días no tiene plural ? si así fuere , debiéramos decir ( por ejemplo ) todos los "miercoleses", o todos los "jueveses"...pero decimos muy sueltos de cuerpo " todos los sábados" o "todos los domingos"... qué tendrá que ver esto con el fin del mundo, preguntarán ustedes, pues bien les digo que simplemente es para recordarles mi inveterada costumbre de educar todos los días, aunque sea el último de nuestra existencia ( en este caso, pasado mañana viernes ).
Terminada la compra de la carne y la verdura , me fui rapidamente a comprar un poco de leña. No es fácil conseguir buena leña para el asado. Los campos han sido literalmente arrasados de monte nativo para poder sembrar soja y entonces diez kilos de espinillo cuestan lo que un litro de sangre, pero bueno, es el final de nuestra existencia y bien vale la pena una buena leña para un buen asado. ! docientos pesos los diez kilos ¡ , vale decir que llevo gastados 1250 pesos y me queda por comprar el pan y el postre.
Veamos: dos kilos de pan , unos 160 pesos. Un postre helado calculo unos 450 pesos. Todo suma 1860 pesos. Debo sumar algunas otras menudencias, como agua, alguna gaseosa , servilletas, hielo, etc...me gastaré unos 2110 pesos.
! Ah ¡ debo llamar a mis viejos para despedirme . No sé que decirle a mi viejo que cumplió 89 años y todavía espera paciente que el gobierno le pague un juicio que tiene ganado hace 25 años...no me puedo despedir diciendo :
- Jajaja, ¿ viste viejo ? llegó el fin del mundo y todavía no te pagaron.
No, pienso decirle:
- Viejo , llamé para ver como andabas, capaz que este jueves te pagan la guita del juicio...
A mi vieja le diré:
- Vieja, dejate de joder y no lo pelees al viejo, al fin y al cabo son tantos años juntos y justo ahora se ponen de punta . ¿ Cuanto llevan juntos ? . Más de 60 , seguro , porque yo tengo 62 así que dejate de joder y dale un beso al viejo..! Mirá si en una de esas se termina el mundo y ustedes durmiendo en camas separadas ¡.
Meditando acerca de todo esto pienso en mis hijas: una en Necochea, otra en Oro Verde, la otra en Resistencia y una aquí en Colón.
¿ Cómo hago para despedirme de todas ? en 24 horas no puedo recorrer semejantes distancias, llorar mis cuitas, besar a mis hijas y nietos y decir : "nos vemos". A los sumo la llamaré a Rocío para que comparta el asado conmigo y Liliana, aun que pensandolo bien, con lo que come la gorda, mejor me despido por teléfono.
Y de mis amigos, ¿ que decir ? que los amo incondicionalmente a todos por igual.
Que siempre han tenido un lugar en mi corazón, a pesar de que muchas veces no hemos cruzado una palabra en años. Pero es el fin del mundo y a todos los saludo en ese brindis de día jueves antes del final final, como decíamos en la radio.
¿ ¿ Y si todo resulta ser una falsa alarma ? ( al fin de cuentas ha habido cientos de ellas a lo largo de la historia )
Si así fuera, pierdan cuidado que putearé al vaticinador del apocalipsis , al carnicero que me estafó, al verdulero que aprovechó y me vendió unas cuantas radichetas marchitas y al que me vendió leña verde que me hizo llorar con el humo picante de su combustión.
El fin del mundo...como dijo Mendieta "...que lo parió."
- ¿ cuanto es ? , pregunto al carnicero.
- 600 pesos , responde sin hesitar.
- ! Puta madre ¡ , contesto . - Ni que se viniera el fin del mundo...
- Mire amigo , me dice el carnicero apoyando la punta de la cuchilla en el mostrador , - el mundo para mí , se termina cada día cuando apoyo la cabeza en la almohada y quedo dormido. Y vuelve a recomenzar a las 6 de la mañana siguiente , cuando suena el despertador.
Pago sin inmutarme ( total, el viernes se acaba el mundo ) y marcho hacia la verdulería a comprar algo para la ensalada.
- Dame unas papas, lechuga, tomate, cebolla, una cabeza de ajo y un poco de radicheta (con perdón de Ricardito ), le digo al dependiente.
- Aquí tiene señor, son 450 pesos.
- ¡ CUATROCIENTOS CINCUENTA PESOS...! , respondo a los gritos
- Bueno, señor...como usted sabe , el viernes se termina el mundo y nadie quiere morir pobre...
Pago sin chistar, haciéndome a la idea de que no veré otro sábado. Lástima que el fin del mundo no sea un lunes, para vivir así un feliz domingo...pero en fin, los gurúes del apocalipsis no se fijan en eso y para ellos el domingo es lo mismo que el miércoles.
A propósito ¿ sabían que los el nombre de los días no tiene plural ? si así fuere , debiéramos decir ( por ejemplo ) todos los "miercoleses", o todos los "jueveses"...pero decimos muy sueltos de cuerpo " todos los sábados" o "todos los domingos"... qué tendrá que ver esto con el fin del mundo, preguntarán ustedes, pues bien les digo que simplemente es para recordarles mi inveterada costumbre de educar todos los días, aunque sea el último de nuestra existencia ( en este caso, pasado mañana viernes ).
Terminada la compra de la carne y la verdura , me fui rapidamente a comprar un poco de leña. No es fácil conseguir buena leña para el asado. Los campos han sido literalmente arrasados de monte nativo para poder sembrar soja y entonces diez kilos de espinillo cuestan lo que un litro de sangre, pero bueno, es el final de nuestra existencia y bien vale la pena una buena leña para un buen asado. ! docientos pesos los diez kilos ¡ , vale decir que llevo gastados 1250 pesos y me queda por comprar el pan y el postre.
Veamos: dos kilos de pan , unos 160 pesos. Un postre helado calculo unos 450 pesos. Todo suma 1860 pesos. Debo sumar algunas otras menudencias, como agua, alguna gaseosa , servilletas, hielo, etc...me gastaré unos 2110 pesos.
! Ah ¡ debo llamar a mis viejos para despedirme . No sé que decirle a mi viejo que cumplió 89 años y todavía espera paciente que el gobierno le pague un juicio que tiene ganado hace 25 años...no me puedo despedir diciendo :
- Jajaja, ¿ viste viejo ? llegó el fin del mundo y todavía no te pagaron.
No, pienso decirle:
- Viejo , llamé para ver como andabas, capaz que este jueves te pagan la guita del juicio...
A mi vieja le diré:
- Vieja, dejate de joder y no lo pelees al viejo, al fin y al cabo son tantos años juntos y justo ahora se ponen de punta . ¿ Cuanto llevan juntos ? . Más de 60 , seguro , porque yo tengo 62 así que dejate de joder y dale un beso al viejo..! Mirá si en una de esas se termina el mundo y ustedes durmiendo en camas separadas ¡.
Meditando acerca de todo esto pienso en mis hijas: una en Necochea, otra en Oro Verde, la otra en Resistencia y una aquí en Colón.
¿ Cómo hago para despedirme de todas ? en 24 horas no puedo recorrer semejantes distancias, llorar mis cuitas, besar a mis hijas y nietos y decir : "nos vemos". A los sumo la llamaré a Rocío para que comparta el asado conmigo y Liliana, aun que pensandolo bien, con lo que come la gorda, mejor me despido por teléfono.
Y de mis amigos, ¿ que decir ? que los amo incondicionalmente a todos por igual.
Que siempre han tenido un lugar en mi corazón, a pesar de que muchas veces no hemos cruzado una palabra en años. Pero es el fin del mundo y a todos los saludo en ese brindis de día jueves antes del final final, como decíamos en la radio.
¿ ¿ Y si todo resulta ser una falsa alarma ? ( al fin de cuentas ha habido cientos de ellas a lo largo de la historia )
Si así fuera, pierdan cuidado que putearé al vaticinador del apocalipsis , al carnicero que me estafó, al verdulero que aprovechó y me vendió unas cuantas radichetas marchitas y al que me vendió leña verde que me hizo llorar con el humo picante de su combustión.
El fin del mundo...como dijo Mendieta "...que lo parió."
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