Dìa de cobro
Como todo jubilado , concurrí alegremente a retirar mi suculento sueldo al Banco Nación .
Una larga cola aguardaba en la vereda en una jornada destemplada.
Los veteranos , mezclados con los más jóvenes , aguardaban con nerviosidad la salida de quien había ingresado hacía unos diez minutos.
Intrigado por la demora, me aproximo a la puerta para observar si nadie había caído presa de algún ataque cardíaco y veo que un hombre de avanzada edad manipulaba el único cajero en funcionamiento de los dos existentes , con evidentes signos de incomprensión del manejo del diabólico aparatejo que se negaba - al parecer-a entregarle su dinero .
Los integrantes de la fila, protestaban ante el tiempo transcurrido , pero -como para calmarlos de alguna manera- les dije:
- Ya va a salir, no sean impacientes...
-! Pero no puede ser que haya un solo cajero que funcione ¡ - dijo una gorda que estaba a mitad de camino entre la puerta y la esquina, vale decir como a unos 25 metros.
- Señora, la eficiencia es lo primordial en este Banco - manifesté . - está funcionado el cincuenta por ciento del sistema.-
-! Pero si sólo hay dos cajeros, la puta que los parió ¡ - rezongó la gorda.
- Pero para el sistema, el cincuenta por ciento de funcionamiento es un número aceptable- , respondí , en defensa de nuestro Banco de la Nación Argentina.
Esta institución es la que defiende nuestros depósitos, la que no presta a intereses usurarios, la que jamás ha cerrado sus puertas a la gente , la que nunca hizo un corralito, un corralón , un aumento inconsulto en los costos de "mantenimiento" - manifesté a viva voz , mientras escuchaba algunas voces que decían :
- Andá a la mierda, pelotudo -, lo que me produjo un ataque de furia que pasó de inmediato al darme cuenta de que en realidad la gente de la fila habia pensado que me apellidaba Parrili.
- Mi apellido es Álvarez - dije y soy jubilado también , al igual que ustedes. No entiendo el por qué del apuro ,- ! si estamos todos al pedo ¡ - les dije.
-Yo estoy cagada de frío - me señaló una viejita que estaba trigésimonovena en la cola . - ! Al pedo,pero cagada de frío ¡ - volvió a decir la viejita, con voz aguda .
En eso , salió el jubilado que había manipulado insistentemente al cajero y ,con paso cansino se fue rumbo al oeste.
De inmediato se produjo un movimiento en la lampalagua de gente que ya iba doblando la esquina hacia el norte.
Desde el sur, seguían llegando gélidos vientos , ahora acompañados por una pertinaz llovizna invernal.
Al cabo de media hora, logré ingresar por fin a la ansiada caja mágica que me otorgaría la jubilación mínima que, esta vez vendría acompañada por el jugoso aguinaldo.
La jugosa suma no llegaba ni por asomo a los ocho mil pesos y apenas sobrepasaba la barrera de los siete mil .
No me pagaron desarraigo, no me dieron pasajes de avión ni de colectivo para que yo pudiera vender .No tuve ningún aumento , no me dieron vales de comida
( ! pensar que hasta no hace mucho comía por dos pesos ¡ ).
No señor, nada de eso me fue otorgado .
Pero , reflexionando , me di cuenta de que los esforzados 128 integrantes del Senado de la Nación Argentina , reciben anualmente 2 millones docientos mil pesos al año aproximadamente.
Los diputados del Congreso de la Nación , que suman 257 mentes brillantes , ganan aproximadamente dos millones de pesos al año.
Yo, ignoto jubilado de la República de Entre Ríos, llego a gatas a arañar los cien mil pesos anuales.
Entonces me tranquilicé .
Pensé en el esfuerzo de estos "muchachos y muchachas " que en lo que va del año creo que se juntaron una vez ( los senadores ) y una los diputados (para votarse un aumento, claro).
Y entonces,¿ como pretendemos, nosotros , pobres mortales ya en la ancianidad, pasar por sobre las cualidades de estos ilustres ciudadanos ?
Tras esta sesuda reflexión , fui hasta el Pago Rápido más cercano y en cinco minutos me quedé con dos mil pesos en la mano.
Dos cuadras más allá en el súper de los chinos , los últimos billetes de quinientos pesos se transformaron en dos bolsas de alimento para pasar el mes .
Mientras caminaba rumbo a mi casa , una Toyota 2018 de un rojo furioso, del Senador Garchófilo , me tocó bocina y me saludó con una sonrisa Odol en el aire.
Lástima que no puede responderle.
Tenía las dos manos ocupadas con las bolsas .
No hubo manera de hacerle fuck you .
Una larga cola aguardaba en la vereda en una jornada destemplada.
Los veteranos , mezclados con los más jóvenes , aguardaban con nerviosidad la salida de quien había ingresado hacía unos diez minutos.
Intrigado por la demora, me aproximo a la puerta para observar si nadie había caído presa de algún ataque cardíaco y veo que un hombre de avanzada edad manipulaba el único cajero en funcionamiento de los dos existentes , con evidentes signos de incomprensión del manejo del diabólico aparatejo que se negaba - al parecer-a entregarle su dinero .
Los integrantes de la fila, protestaban ante el tiempo transcurrido , pero -como para calmarlos de alguna manera- les dije:
- Ya va a salir, no sean impacientes...
-! Pero no puede ser que haya un solo cajero que funcione ¡ - dijo una gorda que estaba a mitad de camino entre la puerta y la esquina, vale decir como a unos 25 metros.
- Señora, la eficiencia es lo primordial en este Banco - manifesté . - está funcionado el cincuenta por ciento del sistema.-
-! Pero si sólo hay dos cajeros, la puta que los parió ¡ - rezongó la gorda.
- Pero para el sistema, el cincuenta por ciento de funcionamiento es un número aceptable- , respondí , en defensa de nuestro Banco de la Nación Argentina.
Esta institución es la que defiende nuestros depósitos, la que no presta a intereses usurarios, la que jamás ha cerrado sus puertas a la gente , la que nunca hizo un corralito, un corralón , un aumento inconsulto en los costos de "mantenimiento" - manifesté a viva voz , mientras escuchaba algunas voces que decían :
- Andá a la mierda, pelotudo -, lo que me produjo un ataque de furia que pasó de inmediato al darme cuenta de que en realidad la gente de la fila habia pensado que me apellidaba Parrili.
- Mi apellido es Álvarez - dije y soy jubilado también , al igual que ustedes. No entiendo el por qué del apuro ,- ! si estamos todos al pedo ¡ - les dije.
-Yo estoy cagada de frío - me señaló una viejita que estaba trigésimonovena en la cola . - ! Al pedo,pero cagada de frío ¡ - volvió a decir la viejita, con voz aguda .
En eso , salió el jubilado que había manipulado insistentemente al cajero y ,con paso cansino se fue rumbo al oeste.
De inmediato se produjo un movimiento en la lampalagua de gente que ya iba doblando la esquina hacia el norte.
Desde el sur, seguían llegando gélidos vientos , ahora acompañados por una pertinaz llovizna invernal.
Al cabo de media hora, logré ingresar por fin a la ansiada caja mágica que me otorgaría la jubilación mínima que, esta vez vendría acompañada por el jugoso aguinaldo.
La jugosa suma no llegaba ni por asomo a los ocho mil pesos y apenas sobrepasaba la barrera de los siete mil .
No me pagaron desarraigo, no me dieron pasajes de avión ni de colectivo para que yo pudiera vender .No tuve ningún aumento , no me dieron vales de comida
( ! pensar que hasta no hace mucho comía por dos pesos ¡ ).
No señor, nada de eso me fue otorgado .
Pero , reflexionando , me di cuenta de que los esforzados 128 integrantes del Senado de la Nación Argentina , reciben anualmente 2 millones docientos mil pesos al año aproximadamente.
Los diputados del Congreso de la Nación , que suman 257 mentes brillantes , ganan aproximadamente dos millones de pesos al año.
Yo, ignoto jubilado de la República de Entre Ríos, llego a gatas a arañar los cien mil pesos anuales.
Entonces me tranquilicé .
Pensé en el esfuerzo de estos "muchachos y muchachas " que en lo que va del año creo que se juntaron una vez ( los senadores ) y una los diputados (para votarse un aumento, claro).
Y entonces,¿ como pretendemos, nosotros , pobres mortales ya en la ancianidad, pasar por sobre las cualidades de estos ilustres ciudadanos ?
Tras esta sesuda reflexión , fui hasta el Pago Rápido más cercano y en cinco minutos me quedé con dos mil pesos en la mano.
Dos cuadras más allá en el súper de los chinos , los últimos billetes de quinientos pesos se transformaron en dos bolsas de alimento para pasar el mes .
Mientras caminaba rumbo a mi casa , una Toyota 2018 de un rojo furioso, del Senador Garchófilo , me tocó bocina y me saludó con una sonrisa Odol en el aire.
Lástima que no puede responderle.
Tenía las dos manos ocupadas con las bolsas .
No hubo manera de hacerle fuck you .
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